Conectados, pero dispersos: La crisis de concentración en los universitarios peruanos
En un mundo dominado por pantallas, redes sociales y un constante bombardeo de información, la capacidad de los estudiantes para concentrarse ha sido puesta a prueba como nunca antes. En el Perú, esta problemática no solo afecta el rendimiento académico, sino que también refleja una crisis más profunda ligada a la salud mental y las condiciones del sistema educativo. Este reportaje explora, desde una perspectiva periodística y psicológica, las causas, consecuencias y posibles soluciones a este fenómeno que inquieta a estudiantes, docentes y especialistas.
En un mundo dominado por pantallas, redes sociales y un constante bombardeo de información, la capacidad de los estudiantes para concentrarse ha sido puesta a prueba como nunca antes. En el Perú, esta problemática no solo afecta el rendimiento académico, sino que también refleja una crisis más profunda ligada a la salud mental y las condiciones del sistema educativo. Este reportaje explora, desde una perspectiva periodística y psicológica, las causas, consecuencias y posibles soluciones a este fenómeno que inquieta a estudiantes, docentes y especialistas.
Según un estudio realizado en 2022 por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, más del 60% de los estudiantes encuestados admitieron dificultades significativas para mantener la concentración durante clases virtuales o presenciales. La psicóloga educativa María López, en entrevista exclusiva, señala:
"La distracción en los jóvenes universitarios es una consecuencia del entorno digital, pero también de la presión académica y la falta de estrategias de manejo emocional."
Además, la transición entre clases virtuales y presenciales tras la pandemia ha exacerbado el problema, dejando a muchos estudiantes sin herramientas para gestionar su tiempo ni sus emociones.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó que un 45% de los estudiantes universitarios abandonaron o postergaron sus estudios en 2023, citando estrés académico y falta de motivación como causas principales. Asimismo, un informe de la Universidad de Lima detalla que los estudiantes que dedican más de cuatro horas al día a redes sociales tienen un 30% menos de rendimiento en sus calificaciones. Estos datos evidencian una correlación entre la falta de concentración y el uso excesivo de dispositivos electrónicos.
"No puedo evitar revisar mi celular en medio de clases. Siento que me estoy perdiendo algo importante, aunque sé que me afecta académicamente"
Comenta Renzo, estudiante de Ingeniería de 21 años. Por otro lado, Fiorella, alumna de Derecho, afirma:
"La carga académica es tan pesada que termino saturada. No me concentro porque estoy ansiosa todo el tiempo."
Estas vivencias muestran cómo la problemática tiene raíces tanto internas como externas: factores personales y del entorno académico.
Especialistas como el Dr. Julio Vargas, docente de Psicología en la PUCP, proponen la implementación de talleres de gestión del tiempo y mindfulness como parte de los currículos universitarios. En algunas universidades privadas, como la UPC, ya se han puesto en marcha programas de apoyo psicológico y pausas activas para reducir el estrés en los estudiantes.
La falta de concentración en los universitarios peruanos es más que un problema individual; es un reflejo de un sistema que debe adaptarse a las nuevas realidades digitales y emocionales. Atacar esta problemática requiere un enfoque integral que involucre a estudiantes, instituciones educativas y especialistas en salud mental. Solo así será posible devolver a los jóvenes la capacidad de enfocar su atención en lo que verdaderamente importa: construir su futuro.
Ariana Miranda Zagal